Por: G.R. Hawke.
https://goo.gl/5sTEsu
Sinopsis:
Este libro está destinado a los estudiantes de Historia que necesitan para sus estudios algunos rudimentos de Economía. Parto del principio de que el interés primordial de mis lectores es el pasado en sus varios aspectos, y que la fascinación por las ideas abstractas, aunque real, está en segundo plano. Pretendo contar con un sentimiento inicial de que la Economía es relevante para la comprensión de importantes aspectos del pasado, dilucidando los
caminos en los cuales la Economía pueda ser importante. Los lectores deberán estar convencidos de que pueden darse cuenta, realmente, de cuándo la Economía es importante y qué Economía es importante, y estar seguros de que podrán avanzar a partir de este libro cuando sus investigaciones históricas requieran conocimientos más profundos de Economía.
Una vez definido el amplio grupo de lectores potenciales de este libro, pienso especialmente en los estudiantes de Historia Económica de las universidades del Reino Unido. Hoy en día, más fácilmente que en el pasado, pueden encontrarse con la asignatura de Principios de Economía entre sus materias, pero durante sus estudios han tenido muy poco contacto con la Economía; les será enseñada y, en general, bien enseñada por profesores que no se preocuparán de forma explícita sobre su formación de Economía.
Creo que se pueden subestimar fácilmente las dificultades que se encuentran para relacionar el primer curso de Principios de Economía, con los estudios de Historia. En la práctica, los historiadores de la Economía olvidan cuánto utilizan las ideas de la teoría económica. Muy a menudo, el estudiante de Historia económica recuerda únicamente los desagradables encuentros con la renta marginal, por ejemplo, que parece ser algo que nunca ocurre en un tiempo histórico, y nadie le ha explicado cómo se desarrolla esta idea de manera que se la pueda utilizaren la investigación histórica.
En este libro intento explicar las ideas de Economía de manera que puedan relacionarse con el interés histórico y persuadir a los estudiantes que siguieron un curso de principios de Economía, de que la materia no era tan poco lógica como creían. (Parto de la idea de que no es necesario poseer base alguna de principios de Economía.)